Tras numerosas conversaciones técnicas, Emmanuel CELLIER decidió construir con Richel un invernadero de cristal Cabrio de 3 × 3,2 m que ofreciera la posibilidad de abrir completamente los dos laterales acristalados de la cubierta para poder beneficiarse de las condiciones climáticas del exterior (temperatura, luz solar). La producción de plantas rechonchas y resistentes es el resultado de la experiencia de la empresa Cellier Plants, combinada con la tecnología de Richel, así como de los criterios necesarios para garantizar la resistencia de la plantación y una buena recuperación.
Para Richel, el desafío en este proyecto era garantizar una reactividad importante del invernadero en caso de alerta meteorológica con el fin de asegurar la protección de las plantas contra las variaciones climáticas. Por tanto, el sistema se equipó con un modo de cierre rápido que permite garantizar un cierre total de la cubierta Cabrio en 3 minutos y 30 segundos.