El reto era la resistencia del invernadero para soportar el peso de los canalones y las cosechas, pero también encontrar el sistema adecuado.

Richel Group estuvo encantado de ayudarle e implementar una solución personalizada, llave en mano, para lograr su objetivo. La solución fue un sistema de elevación de canalones que alternaba subida y bajada y que permitía 16 filas por cada 12,80 m.

Así pues, proporcionamos a nuestro cliente un equipamiento completo, incluida la instalación:

• Un invernadero capilla con una anchura de 12,80 m que garantiza un control óptimo del ambiente
• Un sistema de riego
• Un sistema de calefacción de baja temperatura
• Electricidad

Tomita suministró el sistema de elevación de canalones que alterna subida y bajada, el sistema Priva y los demás equipamientos.