Invernadero capilla 16 MRH 400
Invernadero capilla 16 MRH 400
6,5
10,7 hectáreas
Tomates
Intraver enfrentaba un desafío considerable: construir un invernadero espacioso y adaptado a las condiciones del desierto mexicano. Ubicado en medio del desierto de San Luis, el invernadero debía resistir los vientos fuertes y el polvo omnipresente. La calidad de las frutas y su apariencia homogénea también eran primordiales para este productor que exporta a los Estados Unidos.
El grupo Richel instaló un invernadero tipo capilla de 16 metros de ancho, capturando la máxima cantidad de luz con plásticos transparentes de alta calidad. Se implementaron herramientas avanzadas de control climático y un riego preciso para satisfacer sus necesidades, incluyendo la computadora Hoogendorn. Aunque el cliente estaba acostumbrado a las calderas desde 2006, se sugirió un enfoque más eficiente en energía con la adopción del calentamiento por aire caliente, lo que le permitió reducir su consumo de gas. Combinado con un excelente sistema de riego y potentes radiaciones solares, las frutas se desarrollan en excelentes condiciones y cumplen con todas las cualidades necesarias para la exportación. Uno de los principales activos de este proyecto es su ubicación: está a unos diez kilómetros de la autopista 57, la carretera que atraviesa todo México hasta la frontera con Estados Unidos.
De esta manera, los tomates llegan rápidamente y frescos en manos del consumidor. Con un terreno listo para albergar 60 hectáreas de invernaderos, este primer paso abre la puerta a nuevas perspectivas y, sobre todo, a nuevos proyectos de invernaderos. Agradecemos a Intraver por su confianza y esperamos seguir escribiendo juntos esta epopeya.