La realización de este proyecto era todo un reto: un invernadero en un solo bloque de 15 hectáreas con un ambiente óptimo para preservar los cultivos frágiles; todo ello en una superficie muy grande.

Para esta última instalación, el Grupo Richel supo diferenciarse y ofrecer una solución agrónoma que se adapta perfectamente a los cultivos. Para responder a las necesidades de volumen y termicidad, este invernadero de plástico de Richel está dotado de aberturas de cumbreras, de 8 m de altura en todas las capillas y de 5,50 m de altura bajo canales.

El invernadero está equipado en su totalidad con pantallas de sombra que permiten que broten las plántulas de lechuga incluso en los períodos más cálidos del año y sin necesidad de blanquear los films, aportando protección contra la radiación directa. Para responder a las necesidades específicas de nuestro cliente y con el fin de disponer de una luminosidad máxima, se instaló un film especial de 8 capas.